No, no me ha tocado la lotería. En este caso es un "tapar grietas" reales.
Vivo en una buhardilla preciosa y vieja. Las grietas en ella son habituales, a veces por ellas se me va parte de mi vida y en ocasiones entran aromas del mundo, en todo caso estaba harta de verlas y no me decidía a pintar.
Mirando revistas de decoración me di cuenta de que entelar era tendencia y era perfecto para mis problemas.
Compré unos retales de tela de tapicería y con la grapadora en mano me puse a la tarea. Me encanta el resultado.
Para completar, tenía unas botellitas de mikado que no usaba y resinas ya sin olor pero con color. Llené las botellas con las resinas, les até un cordel y las colgué.
Terminé la decoración con botellas forradas, un jarrón con resinas y flores secas.
Lo que veo todos los días cuando me despierto es esto:
No quiero ser maestra de nada,
me conformaría
con ser una lección
de algo.
Gloria Fuertes
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